Monólogo 1 – Abuelo: Juan Diego
"La vida pasa como el viento… rápido y lleno de sorpresas. Cuando conocí a mi esposa, solo tenía sueños y un par de zapatos gastados. Y ahora, míranos: tenemos canas, arrugas y una casa llena de recuerdos.
Hemos visto nacer hijos, crecer nietos, y cada paso de ellos ha sido como volver a caminar el mundo por primera vez. Lo más bonito ha sido ver cómo la familia crece, cómo las risas llenan las paredes, cómo hasta el silencio en las noches está lleno de amor.
No todo ha sido fácil, claro. Pero ha valido la pena. Cada lágrima, cada esfuerzo, cada abrazo… ha hecho de esta vida un regalo maravilloso."
Monólogo 2 – Abuela: Mariana
"¿Sabes qué es lo más bonito de llegar a viejita? Ver que sembramos amor… y que floreció.
A veces miro a mi esposo y me río sola. ¡Cómo hemos cambiado! Pero seguimos siendo los mismos muchachos de antes, solo que con más historias y menos prisa.
Me encanta cuando los nietos corren por la casa, cuando me preguntan cómo era todo antes… ¡Ay! Antes no había internet, pero había cuentos a la luz de la lámpara y pan hecho en casa.
Hoy solo quiero dar gracias. Porque vivir tanto no es solo cumplir años, es tener tiempo para amar más, para abrazar más… para ser testigo de la vida que continúa."
Monólogo 3 – Niña: Salome.
"Mi abuelo es el mejor del mundo. Me enseña a hacer avioncitos de papel, me deja comer helado antes de la cena y me cuenta cuentos con voces chistosas.
A veces se cansa, pero igual juega conmigo. Dice que yo le devuelvo la energía. Me encanta cuando me lleva a caminar, porque me cuenta cómo era cuando él era niño, y yo me imagino todo como una película.
Lo quiero mucho. Cuando sea grande, quiero tener su risa… y su paciencia. Y su forma de abrazar, que se siente como si el tiempo se detuviera."
Monólogo 4 – Adolescente: Martina
"Cuando uno crece, se da cuenta de que los abuelos son más sabios de lo que parecen.
Mi abuelo no me da sermones, me cuenta historias. Y en esas historias, sin que me dé cuenta, hay consejos, enseñanzas, señales.
Me ha dicho que la vida no siempre es justa, pero que siempre vale la pena luchar. Que uno puede caerse, pero nunca rendirse.
Lo admiro mucho. Lo veo, ahí, tranquilo, observando… y pienso que ojalá yo pueda ser así de fuerte, así de bueno. Aunque no lo diga, él ha sido una brújula en medio de mis dudas."
Monólogo 5 – Adulto que ya no tiene abuelos: Alan
"Ya no están… pero están en todo. En mis recuerdos, en mis gestos, en esas palabras que a veces digo y luego caigo en cuenta: 'eso lo decía mi abuelo'.
Los extraño. Los extraño en las cosas simples: un café en la tarde, una foto antigua, una canción.
Pero no se han ido del todo. Porque cuando me río, a veces suenan sus carcajadas. Y cuando lloro, recuerdo cómo me abrazaban.
Fueron raíces, fueron abrigo, fueron hogar. Y aún lo son. Porque hay amores que no se apagan con el tiempo… simplemente aprenden a vivir en nosotros."
Frases en octavo de cartulina:
"Un abuelo es sabiduría hecha abrazo.”: Juan Esteban Torres
"Los abuelos merecen tiempo, escucha y gratitud.": Ximena
"Honremos a quienes un día fueron nuestras manos cuando aún no sabíamos caminar.": Alan
"El amor de un abuelo es eterno, aunque el tiempo pase.": Emily
"Abrazar a un abuelo es abrazar al corazón de la familia.": Sofia serna
"Los abuelos aman con paciencia, ternura… y galletas escondidas.": Juan José Aranda
"En el amor de mis abuelos aprendí lo que es sentirse en casa.": Martin
"Donde hay un abuelo, hay un pedacito de cielo en la Tierra.": Salome
"Tus historias viven en mi memoria, y tu amor en mi corazón." Juan Diego
"Aunque ya no te vea, te escucho en mis recuerdos.”: Ana Sofia
"No estás, pero sigues en cada risa, en cada lágrima, en cada paso.": Juan Esteban Chica
“Ellos no envejecen, se convierten en tesoros del corazón”: Mariana
“Su compañía es abrigo y su ausencia es un eco de amor eterno”: Martina
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